top of page

Día a día por el norte de La India

En diciembre del 2023 tuvimos la emorme fortuna de viajar a la India. Además de celebrar el privilegio de las amistades espontáneas, celebramos un matrimonio, pasamos navidad y año nuevo. Este es mi blog personal de cada día: inesperado y deslumbrante.


Mie 20 ✈️💺🇳🇱🌷

Toda la anticipación de viajar. Nos despertamos a terminar de empacar (o a re empacar) para todos los climas posibles. Salimos hacia el mediodía, después de almorzar en la casa. Fuimos a Crepes en el aeropuerto, ya que teníamos un mega voucher de la aerolínea dados los inconvenientes del vuelo, y comimos antes de montarnos al avión. El avión, de KLM, hace la ruta Bogotá-Cartagena-Ámsterdam.

Fue un vuelo de 10 horas con parada técnica en Cartagena para recoger pasajeros. En ese vuelo sobre todo dormí y me vi una película con mamá. En el aeropuerto de Ámsterdam me gustaron los tulipanes y los baños. En el vuelo Ámsterdam-Dubai me vi la película Elemental de Pixar. Buenísima, me hizo pensar mucho en mi relación con Matt. Fue un trayecto largo, e iba a seguir… nuestro vuelo original era BOG-AMS-DEL, pero nos cancelaron el segundo, entonces le añadieron la parada AMS-DUB-DEL. 

Jue 21 🇦🇪🕋☕️😴

En Dubái esperamos un par de horas. Ya todos estábamos más cansados. Rezamos la novena como a las 3 de la mañana. Fuimos a Costa Coffee. Traté de leer, y me acuerdo de que estaba un poquito irritada porque nada que podía hablar con Matt por celular (ya se estaba empezando a sentir esa diferencia de 10 horas). No encontrábamos la sala, pero por fin pudimos, y abordamos tipo 4am. El aeropuerto de Dubái tenía un Game Center, almacén de lego, Budweiser lleno de gente y sillas reclinables. También tenía sitios de oración y señales apuntando hacia dónde era la Meca. 

Me encantaron las cascadas negras y los ascensores gigantes que nos llevaban a la terminal. Fuimos a una farmacia con mamá para comprar cosas para mi rodilla; Increíble como todo estaba abierto, como si fueran las 2 de la tarde y no las 2 de la mañana. Yo creo que nadie celebra navidad, pero igual se tapan de plata en esta época. Muchos ads mostraban lo bueno que era vivir en Dubái: 100% tax deductible incomeextendable golden visa, high salaries guaranteed. Como oí decir a alguien, estos países petroleros tienen la plata por castigo: entonces la usan muy bien como incentivo. O, en el caso de las aerolíneas como Emirates, la usan para darle a uno un servicio excepcional abordo. 

Cuando me monté al avión Dubái-Delhi, me senté, ya empezando a oler el olor de la gente viajera a mi alrededor. Empecé a leer la guía de la India, y el man de al lado mío me dijo lo inusual que era para él ver a alguien leyendo la guía. Me hice amiga de Jay, que está haciendo su maestría en Lisboa, pero su familia es de Lucknow. Película recomendada por mi amigo Jay del avión Dubái-Delhi: Gully Boy. Le quedaba un vuelo más, porque venía de Portugal y era su primera vez de regreso en un año. Va al matrimonio de su hermana el 18 de enero, de 500+ invitados. Me contó que aunque él no es muy religioso, en su familia sus dioses son Ganesha, Lakshimi, Hamuyan el Dios Mono… y que a cada uno le rezan por educación o buena fortuna etc. La comida en el avión: un sólido 9/10.

Vie 22 🛍️🐮🍕

Llegamos a Delhi a las 11 de la mañana. Nos recogieron en el aeropuerto con collares de flores (marigolds), y enseñándonos nuestras primeras (y únicas) palabras en Hindi. Chalo Chalo: muévase, básicamente. Namasté: Hola, buenas. Shukkriaa: gracias, todo bien. 

En la aduana, casi no me sirven los dedos porque a mi dedo chiquito no le leía la huella. De camino desde el aeropuerto, mis primeras impresiones fueron ver muchas vacas en la calle, mucha gente debajo de los puentes en la arena y perros que cavaban huecos en la tierra para enfriarse (aunque no está haciendo calor). Las calles, los separadores y columnas todas están pintadas con franjas de colores, a veces verde y blanco, otras negro y blanco. Hay fotos y pancartas de Narendra Modi, el primer ministro, en todas partes. Llegamos a un Delhi caótico, donde todos los conductores se comunican pitando, y donde dos carriles se vuelven cuatro, con los tuc-tucs, bicicletas (rickshaws), camiones y buses.

Los conductores se sientan a la derecha, como legado de los ingleses. Los buses eran viejos. Al lado izquierdo de la calle, sobre todo, se veían muchas zonas verdes– pedazos de selva en la mitad de un edificio y el siguiente, con rejas, o jardines que llevaban a otra parte de la ciudad profunda e indescifrable. La primera locura fue ver un mono sentado en una de estas rejas. Y después otro más grande. Y cuando nos dimos cuenta, había muchos, grandes, y moviéndose por todas partes. A veces en grupos de 2 y 3. Nos dijeron que no son peligrosos, pero que sí pueden ser agresivos cuando van en busca de comida. 

Todo es nublado y es casi como ver opaco. Delhi es una de las 10 ciudades con más contaminación/polución del aire Im en el mundo. Los edificios no son muy altos, porque obstruyen el flujo (ya limitado) del aire. Pasamos en frente al Shaheed Bhagat Singh Palace. 

Dormimos de 11-2 y fuimos a hacer compras. El shopping mall era una pura cuadra llena de almacenes, olores y basura en el piso, carros parqueados con tres centímetros de distancia entre el bómper de uno y el baúl del otro… y lo único para almorzar era Domino’s Pizza. Muertos de pena por esa atrocidad que estábamos haciendo, almorzamos con Rana, Pipe, Inés y la familia. Santiago se fue a hacer un tour de arquitectura mientras tanto.

Compramos Kameez y Kurta Pajama para papá y Santiago. Las tenían en cientos de colores en un almacén muy bien decorado. Todos los hombres se medían diferentes Kurtas, y había unas con chaleco más elegantes, como para matrimonios. 

La gente barre las calles con escobas gigantes de paja. Por la noche: comida en el lobby del Metropolitan Hotel, con cóctel de bienvenida. Tenían un salón reservado y fue nuestra primera impresión de comida típica. Nos dieron 6 tipos de pasabocas que iban pasando: pollo con salsa de menta, salchichitas de cordero, círculos fritos con un poquito de carne adentro, y después caldo de pollo y papa. Me tomé un Gin Tonic. De resto, todas las bebidas son muy coloridas: verde fosforescente profundo, anaranjado color jugo de mandarina, amarillo intenso… bebidas que están hechas para ser refrescantes pero muy dulces. De postre: sweet jalebi (fritura de caramelo), ponqué de chocolate, kheer (pudín/porridge de almendras), y kulfi (helado/frozen custard).

Sab 23 🕍🕌🦜🐒

Fue un día de turismo en Delhi. Llegamos a toparnos con un colegio entero de niñas en excursión a la tumba de Isa Khan. Visitamos el Tomb-Garden del emperador Humayun. Los Moguls usaban las estrellas de 6 lados como un símbolo/ornamento cósmico.  

Cuando a uno lo requisan a la entrada de los lobbies o museos, hay un lado para mujeres y otro para hombres. El de mujeres es un cuarto separado, para que una guardia mujer pueda requisar a las mujeres alejadas de la vista de los demás. Los baños eran letrinas Y olían horrible. El acceso a los centros históricos o arqueológicos era con una monedita que reciclaban, en vez de tiquete.

Fuimos al Qtub-Minar, una construcción musulmana, patrimonio UNESCO, del siglo 15. con sus ruinas y su Minarete de unos 70 metros, fue impresionante recorrer ese lugar. Almorcé butter chicken en el Sheraton con todos. Mamá se pidió una sopa de lentejas. Mis hermanos y papá se sirvieron del buffet. Me dijeron que un buen butter chicken no tiene por qué ser picante. Me ha encantado aprender de los locales.

Fuimos a la tumba de Gandhi. Entré descalza porque tocaba quitarse los zapatos y yo andaba disque en chanclas. Vi un par de gente arrodillándose y rezando junto a su tumba, donde lo cremaron. De salida, pudimos ver tanto el sol atardeciendo como la luna saliendo. Vimos de lejos el templo rojo y la mezquita más grande de Delhi. Aunque la mayoría de la gente es hindú, sigue habiendo muchos musulmanes. De hecho, el imperio Mogul era encabezado por musulmanes, por eso la influencia en las construcciones.

Fuimos a comer, después de caminar por las calles de Old Delhi. Llegamos a un espectáculo de hotel boutique (Haveli) escondido entre las calles estrechas de esa parte de la ciudad. Tuvimos demostración de cometas, que volaban sin el viento. Vimos Delhi y sus techos destruidos desde arriba. Tomamos vino y nos dieron collares de semillas, y vimos bailar a dos bailarines que se presentaron en el balcón del piso de abajo. 

La comida fue una cosa loca: teníamos menú entero de pre-entradas, entradas, platos fuertes y postres… y el susto era que nada era para compartir. Los platos fuertes sí fueron para compartir. Fue una comida muy abundante, experiencial y completa. Llena de sabores típicos y auténticos, y buena conversación con el grupo de gente diferente que nos tocó a mí y a mis hermanos en la mesa. Nos sentamos con Christian, Wilmer, Ariana, Samira y Dhruv. Puro para empezar, nos dieron un shot de cúrcuma y agua fermentada para abrir el apetito y mejorar la digestión. Después, una espinaca tempura con cosas encima. Unas frituras de papa. Un pollo con salsa de menta. Pani-Puri: unas bolas fritas, que se comían con shots salados en el lado. De plato fuerte, fue una combinación de Paneer, Daal, Cordero en salsa oscura, Naan, ensalada de cohombro, pollo tikka masala, etc. De salida por las calles estrechas me impresionó la gente durmiendo en las calles, con camas puestas afuera, y la gente quemando cosas en hogueras chiquitas, para calentarse. Los contrastes son impresionantes. 

Dom 24 🏍️🚖🚳🚊🚞🎄

Un niño de unos 6 años, con un yeso en toda la pierna, descalzo y con el pie mugroso y lleno de polvo. Su yeso se veía pelado y viejo, y él estaba sentado contra un muro en el andén. En la calle pasaban con carretas vendiendo tarros de shampoo de buenas marcas. Vendían también ollas, utensilios para la cocina, brochas para pintar en obras, monedas viejas, especias, esponjas para el cuerpo, vestidos y té. Esta fue nuestra llegada al Chandni Chowk, uno de los mercados más grandes en Delhi. Fuimos un día que supuestamente no había tanta gente como de costumbre. Y ríanse el gentío. El tumulto. La abundancia de personas para donde sea que uno mire. Llegamos en taxi desde el Met, hasta donde podían parquearse los carros. Desde ahí nos tocó irnos en RigShaw para poder atravesar las calles intactos. Los conductores son de admirar. Se cruzan a todo el mundo, no se pegan, pero estando montados en la parte de atrás, uno se siente viviendo la calle de una manera muy inmersiva. Uno ve todo. Hace contacto visual con los vendedores de ropa, zapatos, canarios, ungüentos, cambiadores de monedas, y gente pidiendo plata. Compramos Kurtas para las niñas de la familia, paramos por especias y té, y nos devolvimos como llegamos. 

Viajamos a Agra en bus después en tren. Las estaciones de tren tienen todo lo que uno ve en las películas: gente empujándolo a uno para llegar a su vagón, gente sentada en los bordes contra la pared, esperando durante horas, niños pidiéndole a uno plata desde abajo, cuando uno ya está sentado en el tren. Me tomé un agua de lychee, y almorzamos una samosa en el tren. Llegamos a un hotel divino IMG y tuvimos cena de navidad, tomamos Cosmopolitans y vino. Oímos música en vivo y todo el mundo se paró a bailar. 

Lunes 25 🕌👑🤴🫅

Desayunamos delicioso en el hotel. La variedad era increíble. Tomé jugo de remolacha y de patilla. Comí frutas, y birchen muesli que me encanta. Empujados y afanados por nuestro guía Banji, salimos del hotel temprano para ir a ver el Taj Majal. Qué reto mover a 30 personas para que se monten en un bus todos al tiempo. La llegada fue caótica. Una fila larga en la mitad de un patio, y una requisa solo para las mujeres. Más filas, para esperar los carritos de golf que nos llevaban a la entrada del palacio, que quedaba a 1km. 

El Taj Majal está hecho en Sangu Mar Mar, mármol de Rajastán. Fue hecho por Raj, para su esposa, Muntaj, como muestra de amor. Ella se murió después de tener su catorceavo hijo. Es una de las 7 maravillas del mundo. Taj Majal significa “crown palace”. Los ingleses se robaron la mayoría de las piedras preciosas que adornaban las paredes. Es simétrico, excepto por la tumba del señor, que fue construida al lado de la de su esposa después de su muerte. Se demoraron 22 años en construirlo. Todos son incrustaciones en piedras preciosas y minerales. Nada es pintado. En la parte de afuera, en vez de tapete hay patrones de mármol con red stone. A los trabajadores les cortaban los dedos después de terminar para que nunca pudieran copiarse ni construir nada igual de lindo.

Esa noche después de toda una odisea llegamos a Jaipur. ¡Todo lo que molestan para que uno llegue puntual, y terminaron sirviendo la comida a las 10pm! Vimos un espectáculo de marionetas con mi mamá. La escena de Raj Palace fue impresionante: un mostrador larguísimo, la zona verde/courtyard de la mitad estaba llena de mesas. Me comí unas entradas buenísimas, pero me quedé tomando cocteles con mis hermanos y toda la gente de nuestra edad. No comimos, pero tuvimos la mejor primera noche en Jaipur. Nos dormimos como a las 3 de la mañana, después de recorrer todos los corredores y escaleras del Raj Palace

Martes 26 🎉💃🏽🪩

Fuimos al Amber Palace/fort. Es un Palacio en las montañas de Jaipur. La gente sube en jeeps o en su defecto, en elefantes. Con el peor guayabo de mi vida subimos en Jeep e iba otro nivel de mareada. Los jeeps paraban cada cierto tiempo, porque había trancón de subida, o porque algo más pasaba. De subida veíamos los elefantes bajando, y niños y jóvenes vendiendo esferos, imanes, palomitas en contenedores de papel periódico, o simplemente pidiendo plata. 

En el courtyard interno del palacio, amurallado, tenían los eventos y festivales. Las mujeres los veían desde alrededor, porque practicaban Purdah, detrás de unos muros/rejas con huecos de hexágonos. Montamos en rigshaw por Jaipur durante la tarde y pudimos ver mucho de la ciudad y de sus edificios tintados de rosado (más como color curuba/anaranjado). 

Por la noche fuimos a Mundota Fort, un trayecto que realmente valió la pena. Bus de una hora, jeeps de 20 minutos, un frío para el que nadie estaba preparado. Recibidos por muros de piedra roja, iluminados por velas y golpes de tambores, me sentía en una escena Tikki de película o de un sueño. El fuerte era gigante por dentro. Comimos delicioso. Después vimos la presentación de Mame Khan, uno de los cantantes de Bollywood y de música Folk más aclamados de la generación pasada. Como dijo mi papá, fue como si Diomedes Díaz hubiera venido a la India, resucitado y tocado Musica en vivo. Mame Khan es el más egocéntrico y creído del mundo. Pedía que le aplaudiéramos y que todos nos paráramos a bailar. ¿Efectivo? Claro. Pero muy chistoso. Creo que exigió que lo trajeran en Mercedes desde el aeropuerto y todo. 

Miércoles 27 🌸🩷🔸✴️

De desayuno me comí una Dosa con Sambar (curry de garbanzo), tomate y curry de coco. Es como una crepe, rellena de papa. Visitamos el Shree Kalki Palace y el City Palace. Aprendimos sobre los Marajás (los dirigentes políticos antes del colonialismo inglés). 

Dentro del palacio no se podía tomar fotos. Había varias exposiciones, sobre los hunting laws, los Rajputs, el comienzo del polo, y las técnicas de tejido. El Sari es una técnica, aunque es el nombre que se usa para la tela de 6 metros que se enrolla para convertirse en un vestido elegante. ¿Y Pashmina? Esto sí no tenía ni idea. Las pashminas son un tipo de cabra de las Himalayas, del cual sacan la lana para hacer las bufandas que llamamos pashminas. Durante la época Moghul y después, los vestidos de las mujeres eran el Ghagra, Lehenga, kanchali, Kurti y Sari. Vimos las mantas y la técnica de quilting, de poner retazos juntos. Pero estos retazos estaban llenos de telas especiales y bordados. Vimos los Cotton Dhurries, unos tapetes tradicionales. 

Jaipur, y Rajastán en general es una zona de piedras preciosas. Fuimos a un lugar donde nos mostraron los tipos diferentes de piedras preciosas. Entre Rubís, esmeraldas, amatistas, y como diez más, le alumbrábamos a cada una para ver la transparencia. Nos explicaron el tema de las chakras, y miramos como pulían cada piedra para llegar al nivel deseado de transparencia. Me probé un detachable ring, hecho de diamante y con tres capas, cada una de las cuales tenía incrustaciones de una piedra preciosa diferente. A Arianna no le dejaron medírselo después, de pronto me dejaron porque yo era turista. Comprar todo el set me hubiera costado 5000 euros. Cada cosa era más cara que la siguiente, y los joyeros estaban con la ilusión de que les hiciéramos la compra del año. Pero solo una persona del grupo compró joyas. 

Por la tarde fuimos al Hawa Majal, el palacio del viento en Jaipur. Hawa Majal fue construido en la forma de la “crown of lord Krishna”. Por la noche se ve divino iluminado, cada una de las ventanas se ve como si tuviera un vitral detrás. La comida de esa noche fue de las más especiales de todas. Fuimos a Rani Forts/villas (otra vez un trayecto largo en bus), hasta un lugar que queda cerca de las montañas, y al lado un santuario de leopardos. La comida y los cocteles estaban buenísimos. Oímos a Master Saleem tocar Sufi Music y algunas canciones de Bollywood para bailar. Qué conexión tan increíble la que tenía con toda la gente con la que tocaba... y con nosotros en el público que estábamos tan emocionados. Además, hacía contacto visual con cada uno. Su rango vocal y su control son de las cosas más admirables que he oído. 

Jueves 28 🧖‍♀️🌞🥘

Hoy fue de los días más relajantes de mi vida. Fue día de los inocentes también. La gente de nuestra edad se fue a dormir tardísimo, 4am, siguiendo la rumba. Como mis hermanos y yo mas bien colapsamos a penas llegamos al hotel, pudimos despertarnos temprano. Amanecí con energía y ganas de hacer pilates. Convencí a mis hermanos e hicimos un Move With Nicole en el pasto al lado de la piscina. Fue buenísimo. Desayuné sintiéndome como una actriz: huevos fritos y tostada con mantequilla, té negro con un poquito de crema, piña y patilla, todo en platos elegantes con borde azul y dorado del Raj Palace.

Me puse mi bata, mis gafas de sol y bajé a sentarme en una mesa a leer mi libro de la india un rato. Leí el periódico: los India Times. Me pareció impresionante la cantidad de violencia de gangs y contra las mujeres. Leí que quieren hacer de Delhi una one trillion economy. Ese día íbamos a ir a Pushkar, pero hubiera sido un trayecto de 3 horas de ida y unas 4 de regreso. Como no hubo mucho quórum, no fuimos. 

Hablé con Matthew y le pude contar todos mis cuentos de Jaipur. Me encantó tener este tiempo para estar, relajarme y disfrutar del buen clima de la mañana. Jaipur definitivamente es menos polucionado que Nueva Delhi, pero los contrastes son igual de fuertes. Más tarde me senté al lado de la piscina, y esperé mi turno de masaje. Cada uno en la familia nos hicimos un masaje delicioso de media hora. La masajista parecía un miquito y se le paraba a uno en la espalda para sacarle las yucas. Quedé súper relajada. Cuando todos estábamos listos y arreglados, nos fuimos a almorzar a Curry Spoon, un restaurante a una cuadra. Aunque en más de una esquina hay un poste empapelado diciendo prohibido el trabajo infantil, fue un niño el que nos recibió en la puerta cuando llegamos.

La música del [violín de una cuerda] estaba desesperante. Comimos Tali Rajastaní, un plato de metal que trae muchas coquitas, cada una con un sabor diferente. La idea de estos platos es compartirlos entre varias personas, para que cada uno tenga una experiencia diferente, en cuanto a cómo mezcla los sabores y qué se come primero. Esto incluye los postres, que en este caso era [donut en almíbar]. Todo se come con Naan y con la mano derecha, haciendo mini tacos con el pan abierto, usando el Naan, el Roti o el Paratha como utensilio. Probamos el Mango Lassi. A Helena le supo a Yox. Es una bebida súper cremosa a base de yogurt que se toma para neutralizar el picante. Uno también puede pedir salted o sweet regular lassi. 

Por la tarde fuimos a la calle de atrás a ver y comprar joyas y telas. Todo se lo quieren vender a uno y no es tan fácil negociar. Vimos monos bebés muy de cerca. Andan en las calles por todas partes porque su hábitat fue consumido por la ciudad. Fuimos a comer a Palladio, un restaurante italiano, que tenía un bar impresionante adentro, y era todo azul clarito con blanco. Nos sentamos afuera en sofás con mesas bajitas a tomar cocteles y comer. Había fogatas y muy buen ambiente. 

Viernes 29 🎣🛬🚌

Viaje a Mumbai desde Jaipur.  Comida en restaurante de techo alto que parece un barco. Mucha comida italiana, y alguna típica. De postre había helado de guayaba con topping salado rojo, y Tiramisú. Fuimos a rumbear con los youngsters. Me tomé dos gins de granada con albaca muy buenos. Fuimos a Wink bar y me dormí a las 4am. Gabriel se paró en una silla y lo bajaron ahí mismo. Cristian empezó a tirar rupias por todas partes. Tiffany feliz bailando, y yo hablando con Arianna. A Martin le estaban cayendo unas colegialas de la India. 

Sábado 30 🐘🌴🏝️

Amanecimos en el hotel de Mumbai. Desde el piso 16 se ve parte del mar y algunos edificios. A las 9 salimos. Todos los negocios y el comercio los abren al medio día, entonces toca salir temprano para no meterse en trancones ni hordas de gente. Fuimos a Elephanta Island en un ferry

Nuestra guía nos lo puso así: GOD means generator, operator, destructor. En el hinduismo, estos son Brahma, Shiva y Vishnu. En el hinduismo, creen tener 84mil vidas. En el Bagad Gita cuentan las historias de muchos dioses, de la naturaleza, de héroes. La Ramayana es una de las épicas más importantes. 

Mumbai y algunos de sus edificios, además de tener un componente art-deco super importante, también tiene una mezcla de arquitectura Hindú y musulmana. Tomamos un barco por el mar arábico, saliendo por la costa oeste de Mumbai. India está cubierta, como con una caja, por tres océanos y un complejo de montañas. Todo desde Afganistán hasta Indonesia, según nuestra guía, tiene esencialmente la misma cultura: Karachi, Pakistán y la India solían ser territorios hermanos antes de la partición en el 14 de agosto de 1947. Además, hay 7 islas en el mar arábico. Con las plantas nucleares, Mumbai genera la plata, y Delhi la gasta.

Vimos la contaminación en el mar, y los barcos de carga esperando para encallar en el puerto. Por la polución del aire, no se puede ver más lejos que 20 metros al horizonte. Mumbai es históricamente una ciudad matriarcal: los hombres van a pescar, y las mujeres son quienes venden el pescado en los puertos y muchas veces administran los ingresos. El hotel Taj Majal es el mejor hotel de Mumbai. Sobrevivió a un atentado terrorista, y la reconstrucción al parecer es mejor que el edificio original. Tiene unos diez almacenes de diseñador con acceso solamente por dentro del hotel. En frente, está Wellington Mews, que es el edificio de apartamentos de servicio del hotel. 

Me subieron hasta Elephanta en una silla con 4 cargueros, para no tener que usar demasiado la rodilla en las escaleras. Fue algo parecido a subir Monserrate. Venden sound bowls, Buddhas que mueven la cabeza de lado a lado (ya que Buddha es la 9 reencarnación de Vishnu), venden ensaladas de fruta, paan, almuerzos, artesanías en marfil, todo tipo de pulseras y chécheres.

Nuestra guía era súper espiritual y nos explicó cada una de las esculturas en piedra de las cuevas. Estaba haciendo muchísimo calor, y entrar a las cuevas fue un gran alivio. El eco adentro y la oscuridad eran todo un refugio, se sentía muy especial ese sitio. Gharapuri era el nombre antiguo de Elephanta. Las tallas en piedra de las cuevas de la isla fueron hechas en el siglo 5 y 6 A.D. Una de las explicaciones que más me gustó fue el juego de dados entre dos deidades, que representa que la vida está construida sobre la esperanza.

De regreso vimos muchos monos, comiendo paleta, abriendo una Fanta con las manos, y vi una mona embarazada. Ya de regreso en el ferry, fuimos a almorzar a un café parecido a lo que en Bogotá sería Masa. Mumbai está lleno de restaurantes y almacenes, y es creo que la ciudad más internacional de la India. Me comí una tostada de aguacate. Santi le dice a los meseros “weiterrr!!” Y todos nos morimos de la risa. 

Más tarde nos pusimos a caminar por la calle, por los almacenes donde había Nike, Miniso y Puma pero enfrente todo un bazar con gafas, pantalones, camisetas de fútbol falsificadas, y muchas joyas. Me compré unas gafas de sol. Nos devolvimos en taxi viendo los edificios y oyendo la canción de Helena. Fui al gimnasio del hotel, mis hermanos hicieron plan piscina. Es impresionante la cantidad de gente que está pendiente de uno en estos hoteles. Todo el mundo es muy servicial, acá y en Jaipur sobretodo. 

Por la noche estuvimos en Worli, una zona residencial con high rises de gente muy rica. Comimos comida típica del sur de la india. Muchos pani puris, agua de caña de azúcar, y un plato con hoja de plátano verde, lleno de comida muy frita y alguna al vapor (Los idlis, mi favorito fue el Kanchipuram idli). El paniyaram es una bolita parecida a un buñuelo. Esa noche nos devolvimos Antes que los papás. Comimos helado de Vietnamese iced coffee que pidió Drhuv para todos. Nos fuimos a dormir. 

Domingo 31 🥂🏢🍀

Desayuné huevos poché y croissant, y muchas cosas más en el hotel de Mumbai. Salimos a hacer el tour de los Slums. En camino paramos por la lavandería al aire libre más grande de la ciudad. Son dos cuadras llenas de líneas con ropa colgada, organizada por colores. Abajo, hay piscinas por estaciones, una telera con jabón y agua, y las siguientes con cantidades menores de jabón y más agua. Todo se lava a mano, y nada se pierde. Los hospitales y hoteles y gente común usan este servicio. Alguna de la gente que trabaja lavando ropa vive ahí mismo, en unos cuartos en los segundos pisos de las estaciones. Detrás, mil edificios altos. 

El tour que hicimos fue en Dharavi, uno de los slums más grandes de la india. Es densamente poblado, y grande en extensión. Alberga muchos refugiados y genera 1 millón de dólares anuales en promedio para la economía india, realizando actividades como trabajo en cuero, manufacturas textiles, reciclaje de todo tipo de materiales y además cocinando para los demás. 

Caminamos entre calles estrechas. Mirando hacia arriba, se ven dos o tres pisos a cada lado, y entre ellos líneas desordenadas de teléfono y cables, y entre ellos pedazos de tela, basura o plástico colgando. Hacia abajo, se ven charcos o polvo, y basura en todas partes. No hay un buen manejo del espacio público. De hecho, nos contaban que en los pocos barrios residenciales que se ven más limpios, la gente/los vecinos pagan para mantener todo limpio. 

Me impresionó ver cómo vive y trabaja la gente: sus condiciones austeras en las que duermen, con una cobija gruesa encima de una litera de metal o madera, ad portas de donde trababan con máquinas de coser u ollas grandes. 

Volvimos, yo sintiéndome con mis sandalias polvorientas. Fuimos al museo nacional, que antes se llamaba Prince Charles. Tiene jardines muy bien cuidados y está al lado de un campo de cricket. Acá cada uno de esos campos es del largo de 6 canchas de fútbol, por lo menos. Esto sí que ha puedo en perspectiva la cantidad de la gente que vive en la India, y que quiere usar estas zonas verdes para mantenerse activa o entretenida en los fines de semana.

Fuimos a almorzar a un pub delicioso. Mamá y Helena siguieron a hacer compras y el resto nos fuimos al hotel. Fui al gimnasio con Santi y nos arreglamos para la cena de año nuevo, a la que llegamos todos tarde en diferentes tiempos después de las 7:30. Amit estaba furioso, pero todo bien. Comimos Talis, el mío era de comida de mar. Lo que más me gustó fue la remolacha, el chutney de coco y los langostinos, con el paratha y los papadums para comerse todo junto con las yemas de los dedos de la mano derecha. Rumbeamos en el Wink bar con máscaras, y recibimos el año nuevo bailando. 

Lunes 1 de enero 🎊

Desayunamos temprano. Salimos tarde para el brunch. El brunch más delicioso del mundo. Como cogimos un Uber con Luis y mamá, nos paró la policía y le gritaron a mamá por ponerse a grabar. El brunch fue buenísimo: pasabocas de gnochi, mini pizzas, sliders de pato, langostinos y tostaditas de salmón ahumado. La comida fue panes y breadsticks, ensaladas, risotto, pollo, carne, raviolis, shepherd’s pie, y mil opciones deliciosas. Los postres también estaban buenísimos. Y los cócteles muy únicos. Nos despedimos de todo el mundo, después de haberle dado a Amit su cuaderno en el que escribimos todas las 35 personas del viaje. Dhruv, súper detallista, nos dio pulseritas y un libro buenísimo de street food.

Salimos de ahí para el aeropuerto. Pasamos algunas playas y llegamos al aeropuerto de Mumbai, que está lleno de columnas blancas que les arquean en el techo con patrones muy impresionantes. El aeropuerto parece un centro comercial. Es gigante y está muy bien organizado. Creo que ha sido de mis aeropuertos favoritos en los que he estado. Llegamos al hotel con las maletas en el techo de los taxis. Después de un problema (casi nos quedamos sin la maleta de los computadores), nos fuimos a dormir ahí mismo, no sin antes bañarnos comer sándwiches que habíamos comprado en el aeropuerto. Tenía unas alergias horribles.

Martes 2 🪷🩵🐃🕉️

Amanecimos en Delhi, salimos desayunados a las 7:30 y nos encontramos con Rodrigo, el amigo español de mis papás y con sus hijos. 4 horas de camino a Haridwar, con parada técnica para ir al baño y tomar chai. Hoy fue mi día de té y azúcar. Llegamos a Haridwar, nos recibieron con una sopa de lentejas en vaso de arcilla, un punto de pintura en el entrecejo, y una pulsera de semillas. Almorzamos Talis muy buenos en el hotel y salimos a dar un tour por la ciudad. Vimos de todo: los hindús ascéticos vestidos de naranja, que a todo han renunciado. Las mujeres vestidas con sacos de lana, faldas y pashminas, cargando bolsas en la cabeza. Los niñitos pidiendo plata. Fuimos a ver algunos templos y volvimos al hotel a tomar más chai y comer galletas de anís, de chocolate y de avena.

Yugar significa los tiempos diferentes en el hinduismo, en los cuales dios llega en diferentes formas/manifestaciones. La energía divina es masculina y femenina a la vez.  Santushima es la diosa de la satisfacción. Las mujeres ayunan por ella los viernes. Durga es la diosa de la buena salud. Pushu paati significa el dueño de la vida. Depende de cada persona, esa es su representación de Shiva. Muchas mujeres o niñas jóvenes se casan con Lord Krishna, porque es muy atractivo para ellas, o simplemente porque son muy devotas a él. Aprendimos que Daniabad significa gracias en Hindi, y Shukriaa es en Urdu. 

 A las 5 caminamos a la orilla del Ganges y nos sentamos en una plataforma (200 rupees/ persona) para ver toda la ceremonia desde ahí. Cantaban, se bañaban en el río, rezaban y cuando cayó la noche, todo el mundo dejó sus ofrendas de flores en el río para que flotaran con la corriente. Comimos (yo otra vez el mismo Tali, estaba buenísimo) y nos fuimos a dormir. 

Miércoles 3 😶‍🌫️🌫️🌾

De regreso desde Haridwar a Delhi. Aunque los baños sean la cosa más fácil de usar en la vida, uno siempre se va a encontrar a alguien que lo ayude a decirle a uno donde encontrar papel higiénico y hasta cómo echarse el jabón. Fue un trayecto de 4 horas aprox. Llegamos al mismo hotel de hace 2 días, pero nos fue mejor con cuartos y la vista. Fuimos a un centro comercial por la tarde, almorzamos italiano en el restaurante de Jamie Oliver e hicimos compras en Uniqlo con mamá. Helena se estaba sintiendo pésimo, entonces la dejamos en el hotel y el resto nos fuimos a la casa de los papás de Sonia a tomar té. Nos dieron Masala, Pakoras, turrones y ponqué. Gabi es súper dulcera. Conocimos a los primos de ellos y hablamos un rato. El apartamento era divino, muy tradicional y bien decorado. 

Jueves 4 🔱⚱️🪯

No amanecí sintiéndome tan bien. Tengo dolor de cabeza intenso, cólicos, alergias probablemente por el clima, dolor de rodilla y una tos horrible. Amanecimos tarde, desayunamos en el hotel (dosas, chaat y el Kanda Poha, el calentao ese que tanto me ha gustado). Salimos en avión para Amritsar, hora y media de vuelo. Llegamos a encontrarnos con nuestro guía local, quien nos llevó directo a la clase de cocina con una familia Sikh. Después de comer pakoras, hacer un paseo en tractor y ver las hortalizas en el jardín, entramos a la casa y nos hicieron turbantes y comimos con ellos la comida que prepararon: daal, arroz con alverjas, aloo gobi y pan. 

Por la noche fuimos al templo dorado. Nos quitamos los zapatos y nos lavamos los pies. Fue increíble ver cómo sirven la comida para todo el mundo. La religión Sikh tiene en su centro una cultura de servicio y ayuda a los demás muy grande, independiente de la religión, casta o clase de los demás. Ellos adoran el libro sagrado, y para ellos dios está en todas partes y en todo el mundo. 

La palabra “Punjab” viene de “Pun”- 5, y  “Jab” - rivers. Nuestro guía nos contó que las 4 ciudades principales de Punjab son: Lutiana, Jalandar, Chandigar y Amritsar, La última viene de las palabras holy water and nectar. Guru Ram Das (el 4to gurú del Sikhismo) fundó la ciudad en 1604. Satsri-akal es una forma de decir hola en punjabi. Haldi significa cúrcuma. 

Esta es la receta de lo que aprendimos a cocinar en nuestra clase: 

Mixed vegetables pakoras (recipe)

Ingredientes: 

  • Spinach leaves

  • Potato

  • Onion

  • Cauliflower

  • Mustard oil

  • Water 

  • Pomegranate seeds 

  • Fine Chickpea flour 

  1. Mix everything together with some ginger and other spices if you need, like garam masala.

  2. Fry the mixture by dropping small dollops in hot oil. 

  3. Make pakora chapatis w/ leftovers

Fried Daal (recipe)

Combine spinach leaves and mustard leaves. Put in cooker, add 1 glass of water. Add wheat flour, mix for 10-15 minutes. Slow cook to make a stew. Add other spices and add the lentils. 

Viernes 5 🏔️📿🤧

Nos despertamos en Amritsar, desayunamos y salimos rumbo a Dharamshala antes del mediodía. Son aproximadamente 4-5 horas de trayecto. Paramos a comprar mecato para el viaje (no podían faltar los chocolates Cadbury en todas sus variedades, ni las nueces, oreos y papitas, aunque todas son picantes). Estábamos los 6 con el conductor Sikh, que maneja como un salvaje. O como un ídolo más bien. Se esquiva todos los carros con una capacidad impresionante. La llegada a Dharamshala fue llena de curvas y una carretera empinada doble vía, pero por donde solo cabía un carro. Llegamos al hotel, que es más como un inn/lodge, con casas antiguas y vista a las montañas del Himalaya. Todo estaba muy bien decorado y nos hicimos los 4 en un cuarto, y mis papás en otro. Teníamos 2 sofás y un nicho contra la ventana para sentarse a leer. Hicimos un linner, y me pedí un curry típico/regional de cordero con arroz basmati y compartimos naan. Nos pusimos todos a descansar y jugar cartas al final de la tarde. 

Sábado 6 🌄🚠🧘🏽‍♀️

Hari-om es otra manera de decir hola en Punjabi. Nos despertamos y salimos a las 9 para empezar nuestro tour. Caminamos entre veredas en la montaña, visitamos un centro de Kundalini Yoga, estuvimos en 2 miradores distintos y pasamos por el Dal lake, un lago sagrado de Vishnu. 

Después nos volvimos a montar en el bus, vimos un babuino gigante cruzando la calle y visitamos una iglesia católica del siglo 19, construida por los ingleses durante la colonia. Pasamos en frente a la universidad Guru Nanak Dev. El budismo (según nuestro guía sesgado) empezó hace 2500 años. Las pujas son las oraciones divinas, o los mantras. 

Fuimos al templo budista y a la residencia del Dalai Lama. Vimos muchos monjes, que aunque son los típicos monjes tibetanos que conozco, vestidos de rojo y rapados, nuestro guía nos contó que hablan Hindi, oyen música hindú y en esa región realmente no tienen influencia tibetana. Nos dijo que al menos 1 hijo de la familia en la región lo mandan al monasterio para formarse en la Fe Budista. A las monjas se les dice “Ani” y a los monjes “Monk” simplemente. 

El templo queda en McLeodganj: es un suburbio de Dharamshala en el distrito de Kangra, Himachal Pradesh. Le dicen "Pequeña Lhasa" o "Dhasa", ya que aquí tiene su sede el gobierno tibetano en el exilio y hay una población significativa de tibetanos en la región. Por todas partes veía letreros o murales de “Free Tibet”, ya que en la India hay muchas personas de la diaspora tibetana apoyando este movimiento. En este momento es una region autónoma de la China. 

Hicimos muchas compras en el kilómetro largo que había desde el templo hasta el otro lado del Village. Vendían sound bowls de meditación, pashminas, piedras, camisetas, todo tipo de equipo para hacer trekking y expediciones, Budas moviendo la cabeza de lado a lado, especias, albaricoques Kashmiris y frutos secos, y street food en abundancia. Nos bajamos en góndola. Volvimos al hotel, hicimos otra vez almuerzo/comida tarde, hablamos muy rico en familia, jugamos Jenga y nos fuimos a ver los jardines de té, donde nos tocó el atardecer más especial de todos. Dormimos con un frío de locos.

Domingo 7 🎂🤱🚐🇵🇰🇮🇳🪖🎖️

¡Es el cumpleaños de mi mamá! Nos despertamos en Dharamshala, temprano para cantarle, desayunamos en 3 tiempos, porque la comida siempre llega en momentos distintos en este hotel. Creo que es porque somos de las únicas personas en el hotel entonces tienen que preparar todo desde ceros. 

Le regalo años de sorpresa un recipiente Punjabi antiguo de madera con tapa que se usaba para guardar Ghee o mantequilla. ¡No se lo esperaba! 

Cogimos rumbo a Amritsar por carretera. En la mitad del camino paramos a tomarnos un café. Había un Starbucks, según mi papá, y un Haldiram's, que es el lugar de comida rápida por excelencia en casi toda la India (según mis amigos locales). Cuando enserio vimos el Starbucks fue una gran sorpresa. Pero lo más sorprendente fue que nos entregaran los cafés, y que la barista escribiera nombre por nombre y después me dijera “click pic”? No entendí, pero en últimas nos tomamos una foto con ella y todo el staff. Como en Agra y en los templos de Delhi, a uno le ven cara de occidental e inmediatamente es razón para selfie.

Seguimos el recorrido, me fui adelante con el conductor y reitero, es impresionante como maneja. Se les pega a los camiones cargados de caña, se mete entre los carros como si fuera una moto, y no sé cómo pero nadie le frenó en seco. Si si, ya estaríamos muertos unas 30 veces. 

Llegamos a Amritsar de nuevo, almorzamos en Yellow Chilli, un lugar más rico de lo que se veía. Compartí un Dum Biryiani (arroz con técnica de cocción lenta) y un Daal tradicional con mi papá, y nos lo comimos con Butter Naan y vegetales pickled. Después de almuerzo nos fuimos a la frontera. Se llama borde de Attari en la India, porque es la ciudad limítrofe. En Pakistán se llama como la última ciudad de Pakistán (Wagah). Cada una es la zona de Kashmir controlada por uno de los dos países.

Todos los días hacen procesión de apertura de frontera, desde 1970. Toma lugar durante 35 minutos durante el atardecer. Algo así como un cambio de guardia, pero realmente no cambian nada. Caminamos entre mucha gente para llegar a la zona VIP (donde solo había extranjeros y nos pedían hasta pasaporte). Nos sentamos en lo que parecían las barras bravas de un estadio. Un corredor en la mitad, a los dos lados gente gritando “Hindustan! Bharatpur!” Y a nuestro lado izquierdo, pasando la reja que divide los dos países, había dos graderías enfrentadas, pero con la mitad de la gente, y en Pakistán.

Es una de las únicas tradiciones que les queda para ser diplomáticos y promover la convivencia e interacción entre los indios y los pakistanís. En 1947, la partición dejó dos países. Pakistán es mayoritariamente musulmán. Después de marchas, gritos, barras y formaciones, nos devolvimos a reencontrarnos con nuestro guía, ir al hotel, comer sopa de tomate y pizza y dormir.

Lunes 8 👋🏽🏏✈️☕️

Hoy es nuestro último día de viaje. Una mezcla de desasosiego, emoción, inspiración y felicidad me está llenando por dentro. Nos despertamos a las 5:30 para salir a las 6 al aeropuerto con desayuno para llevar. Todos afanados de hablar con nuestra gente desde el bus. Llegamos con tiempo, el chofer del bus estaba sonriente como siempre, y bajamos nuestras 9 maletas. Pasamos rápido pero no me deja de sorprender lo tedioso que puede ser pasar por seguridad. A uno lo ponen a sacar todos los cables, abrir las maletas, poner todo en bandejas de tamaños diferentes, y además la gente no hace fila.

A uno se le colan durísimo siempre. Y con eso y todo, nunca me han quitado mi termo de un litro de agua. Lo otro es que las mujeres pasan por una fila diferente para la requisa, que es detrás de una cortina. Estamos en el vuelo hacia Mumbai. Vamos a almorzar en el cricket club, pasar la tarde allá e irnos al aeropuerto por la noche, para viajar a Bogotá vía Ámsterdam. El cricket club fue muy divertido. Almorzamos fried rice y lemon chicken, y fuimos a la piscina al aire libre. Mumbai está lleno de palmeras, árboles con ramas entrelazadas y un calor delicioso, que en verano no me imagino lo sofocante que puede llegar a ser. Por la tarde fuimos a la casa de nuestros amigos. Comimos snacks típicos y jugamos Spot-it con las niñas. A las 8:30 salimos para el aeropuerto, y pudimos hablar un montón con Santi y Helena. Ya estamos a punto de aterrizar en Bogotá, estoy haciendo el esfuerzo de quedarme despierta para prevenir ese desfase horario tan horroroso que nos va a dar. Fin.

Comments


bottom of page