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Bogotá, la mía

La pregunta de un ocioso, bogotano, aburrido pero feliz de conocer sitios nuevos. Sin plata, pero creyéndose con. Mis hermanos podrían ambos tener mejores blogs de comida que los míos, porque se la pasan en dates con sus s.os. Bueno, puede que siempre vayan a los mismos sitios entonces no. Pero a mí me encanta ir con amigos, con mis dates (que la mayoría de las veces como más rico de lo que paso, si es que no estoy demasiado nerviosa como para no poder terminarme mi plato); o con la familia, a sitios ricos. La comida buena es buen servicio, buen ambiente y cosas novedosas. Pero a veces también es ir a la fija con un plato que a uno le gusta mucho. 


Lo mainstream:

 

Crepes & Waffles: sopas, ensaladas y crepes clásicas, buenos helados y waffles.

Crepes artesano: para un brunch rico, pancakes de auyama o waffle de choclo, aunque abran tarde. 

Wok: buena comida asiática, informal, familiar, no muy elegante. Buen sushi y padthai. Me recuerda a mis hermanos, 

Amarti: ambiente de gruta de piratas del caribe. Italiano, sabroso. Ensalada Sofía, Pappardeli al teléfono. Me acuerda a mi grado. A Pala Jaramillo. A Santafé. 

Bícono: hamburguesas ricas, la triology es una cerdada. Oculta, ambiente oscuro, despedido porque uno ve cómo están las cosas. En Usaquén. Me recuerda a Lucía y Pala. 

Bandido: divino ambiente. Buenísimo estofado y pulpo. Platos para compartir, buenos cocteles. Me recuerda a mis primos SamperCas. 

Julia: pizza deli, masa crocante y con un buen balance entre delgada y firme. Todo lo que tenga coppa y rúgula es pedirle. Buen Moscow Mule. Me recuerda a Cami Sanz y Santi Alf. 

La hamburguesería: la hamburguesa miss universo tiene aguacate y pollo. Ambiente de rock, no volvería mucho pero me hace acordarme de Lau Mantilla. 

Home Burgers: el primero, original, era el mejor. Calidad sigue. No me gustó la "not-burger", sabe artificial y la textura es rara. Pero la veggie burger de portobello es de locos. De las mejores me la comí en el centro, al lado del planetario, con mis amigos de "quédate toda la vida".

Primi: buen carpaccio y buena pizza. No he vuelto, es un ambiente muy elegantoso. Pero muy rico. 

Di Lucca: buena pasta. Muy buena pizza, la terraza super mediterránea, lindos los colores. Eso sí, siempre que he ido hay fila. 

Luna: gnocci de espinaca. Vino blanco. Me recuerda a Alejo y al peor musical que he visto. 

Storia d'amore: me recuerda a un buen parche de amigos. Gran red velvet cake y mousaka. La pizza a domicilio no tiene pierde. 

Beirut: para sentirse rúsitco y compartir platos mediterráneos. Me recuerda a la familia feliz y a un día que pedimos todos para compartir. 

Ha-Makom: falafels ricos, buenos gyros con todo lo que uno quiera ponerle, la barra es super colorida. El ambiente es "express," de cafetería con sillas metálicas. Me recuerda a mi papá, que se emocionó cuando abrieron y probó el Babka. 

Nimis Shawarma & Falafel: fue todo un hype. Lo pedí con Gabi Giraldo una vez las dos por face time, y me encantó. Tienen baklava dulce pero rica. 

Casa: es una casa. La comida es deli: las hamburguesas mini, el pato, el fideuá. Me acuerda a una celebración muy especial que tuvimos en familia los 6, y cada uno habló de cosas fuera de lo común. Esa vez, por primera vez en mucho tiempo, nadie habló de la rutina ni la logística de la casa. 

Cantina y punto: me encanta. Me acuerda a Sofi Ramírez. Tienen tortillas frescas hechas ahí mismo, limones mini, vasos lindos, tacos buenos. 

Chichería demente: me acuerda a Cami Sanz que me lo recomendó. Es una casa gigante, de esquina. Sirven comida colombiana, más Santafereña que lo típico y tienen la cocina en el centro de todo. Rodeada con un mural de Gaitán, techos altos, tinas de cerveza. 

Andrés carne de res: un tema. Es como estar en la casa de la familia madrigal, aunque todos dicen que ha perdido su autenticidad poco a poco. Siempre va a ser una buena opción para rumba o para ir con los amigos extranjeros a darles un buen treat. Los cocteles me encantan. 

Dos del alma: era más rico cuando se llamaba dos chingones. Ahora es una taquería de mala muerte, nada es muy fresco. Pero, tuve un almuerzo muy disfrutado con mi papá allá. Antes dos chingones. Los demandaron, probablemente, por el nombre.

80 sillas: Buen ambiente también. No me acuerdo enserio de lo que tienen, solo de un pollo al curry que me comí con arroz basmati muy bueno. Pero siento que cambian el menú cada nada. 

KO: Nori tacos que me acuerdan a Lau Mantilla. Es alga crocantísima rellena de salmón con aguacate y todo lo rico que puede tener un sushi. Un poco caro, pero muy buena comida asiática en general.

Osaki: Buen sushi y buenas ensaladas frescas con rollos primavera. Me recuerda a mi date con un futbolista wannabe, que se comió casi todo el sushi que pedimos. No fue chistoso en el momento, ahora se me hace muy.

Barra chalaca: comida peruana sabrosa: tirados, cebiche, lomo saltado. Fuimos con mi papá cuando abrieron y no se me hizo gran cosa, pero después de haber ido a perú, tengo que volver a probar todo y disfrutarlo el triple. 

El Pantera: tacos ricos, típicos, ambiente de cantina mexicana. Todo muy callejero. Buen elote. Probamos hormigas con mi amigo CamiloPec. La verdad cuando fui tenía ganas de ir a Salvaje y confundí el lugar. Pero no importa, fue un gran error, un buen descubrimiento. No pude probar su margarita porque estaba manejando. 

La taquería: fui a comer flautitas muy ricas con Lala Charria y sus tías. El sitio es informal, familiar. Los tacos son ricos cuando uno está antojado. 

Renata: mis tacos fav. Siempre que paso de noche enfrente, por la 85, está cerrado. Pero en FEP los probé, con Pedro, Juan Camilo y sus amigos. Estábamos en pleno concierto de The Strokes y me pegué una picada muy brava con unos tacos, creo que fue el de berenjena que tuvo la culpa.

Tacos presidente: mazorcada ácida. Buenos tacos de costra. Me acuerda al cumpleaños de Ana Gómez y lo orgullosa que es del sitio. Fue la primera vez que me di cuenta que la carne de un taco no tenía que ser fría siempre. Y que queda mucho más rico un taco armado sobre la brasa.  

Oficial: me recuerda al grado de Santi. Comimos comida peruana muy buena, muy fresca y le hice una sesión de fotos a Ata. Comimos tiradito de atún, lomo saltado, arroz chufa, causas y churros de postre. 


Sitios de café y postres


Café Colo: me recuerda al día en que conocí a todos los cits de Riomar. Pero me acuerda aún más a Antonio Gómez y a la cantidad tan absurda de veces que fuimos en la universidad a este sitio. Con la cantidad de discusiones sobre lo que es un buen café. El flat white de este lugar me encanta, y el ambiente también, aunque no he podido con el americano amargo que tienen. 

Orso: helado muy cremosos, muy ricos. Creados para todos los gustos. Lo mejor es su laboratorio, porque sacan un sabor nuevo de helado temporal cada cierto tiempo. Me recuerda a cuando me sacaron las cordales. Y a Paula Coronado en la 81. 

Unión libre y amor perfecto: la combinación de nombres me encanta. Quedan los dos en Usaquén, y venden helado y café. El café nunca falla, aunque sí me fallaron dándome información sobre cursos de barista. El helado en cambio me dio rabia: pedí un helado de chocolate con Stevia, y me cobraron 6mil pesos más. 

Masa: me acuerda a Lucía Arias. Los donuts de zanahoria fueron un mito muy grande para mí una vez. Las ensaladas y el croissant de pistacho y almendras son campeones. Descubrí el de la 109 gracias a Mar, y a una vez que fuimos a Cyglo. 

Tropicalia: me recuerda a Quyen y nuestras reuniones de universidades. También a mi papá y a Helena, que le encanta el sitio. Y a un día en el que mi papá nos habló con lo que es posiblemente la mayor sinceridad que he oido. El ambiente es divino, la sopa de zapallo y el hummus de habas también. El grilled cheese de queso paipa me encanta, y me falta todavía ir a probar el desayuno. 

la cesta: tienen un brunch muy rico, con huevos de todo tipo y pancakes fluffy. El café es rico, el sitio me acuerda a Claustrofóbico, y a cuando nos encontramos con Mamá e Ish un día que iba volada. Pero también me acuerda a Werner, sus desayunos con su papá y su hermano, y la primera vez que salió de su casa en toda la cuarentena. 

Percimón: es un sitio de helados, pero de esos que solo salen en las películas. Tienen FroYo con todos los juguetes, pero es un poco contradictorio pensar que uno se está comiendo un helado light y los toppings que hay son todos masa de galleta, blondies, brownies, etc. Yo me lo he comido con fruta siempre. Me acuerda a Gabi Perez. 

La bagatelle: overpriced para lo que es. Me recuerda a brunchs con Ana Muriel, Stanich, y al día que conocí a Issa Vasquez. Tienen huevos persas y mediterráneos muy ricos, no se por qué siempre termino pidiendo algo así en vez de pedir lo francés. 

Lina´s: me recuerda a Ata, igual que yanuba pero no lo vamos a mencionar acá. Igual que Jacques, que ese sí tenía muchos espejos y la primera ensalada con queso brie que probé en la vida. 

Les amis: buen cruasán de almendras. Caserito. Me recuerda a un día que conocimos a un amigo de mi mamá, artista, y nos explicó su ruta del agua. Increíble. Estaba brava ese día, pero eso no le quita mérito al sitio ni al plan. Me encanta que tengan la cocina ahí mismo, como si fuera un negocio viejo que hasta ahora estuvieran retomando. 

Abasto: increíble el pollo al horno, todo es super orgánico. Tienen el mejor crumble de frutos rojos que he probado, la primera vez que lo probé fue con ata. El pan también es increíble. 


Otros que otro día voy a poner por ahí


Carmen: en cartagena. 

Juan del Mar


Lo no-mainstream


Comer en mi casa. Y ya. No se complica más que esto. 

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