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The Serpent: crimen organizado y los turistas como chivos expiatorios

Me vi una serie limitada de Netflix, de 8 capítulos, que salió en el 2021. Se llama The Serpent, y después de absorber tanto contenido tan denso y pesado, pienso que lo mínimo es reflexionar sobre eso que vi, y pensar: qué nos enseña o advierte una serie así?


Aunque The Serpent es basada en eventos reales en los 70s en Tailandia, y las regulaciones de viaje, turismo y comunicaciones han cambiado radicalmente, muchas de las amenazas inminentes mostradas en la serie prevalecen hoy.


La serie es así: un hombre Vietnamita-francés, criado en lo que él considera un contexto de injusticias, y en plena guerra de Vietnam, termina en Tailandia viviendo en una casa donde se hospedan muchos turistas occidentales. Muchos de buenas familias, o hippies en busca de enseñanzas orientales y una etapa de la vida más liberal.


Pero Charles Sobraj, con el pseudonimo de Alan Gautier, se aprovecha de la ignorancia, ingenuidad y sobretodo la confianza que traen consigo los turistas, para reconocer sus debilidades, y usar estas en su contra. O, en muchos casos, convertirlos en sus cómplices.

Charles conoce a Monique (Marie-Andrée), de nacionalidad francesa y origen de Quebec. No solo logra enamorarla con su galantería, sino que le ofrece una vida de ambición y poder: Monique es empoderada, elegante, dura e invencible; la Marie Andree de su pasado es religiosa, benévola, tímida y reflexiva.


Monique, entonces, desde el primer día se convierte en cómplice de Alain. En la playa de hacen pasar por fotógrafo y su esposa la modelo, para atraer la atención de unos turistas gringos, a quienes drogan durante la cena y dejan en muy mal estado. Todo para robarles sus pasaportes y pertenencias, y seguir su camino.


Es bueno ser amable y confiar en la benevolencia de los demás. Pero no es bueno comer entero. Este tipo de series, por más asustadoras que sean, nos muestran que existe mucha gente, desafortunadamente, con incentivos perversos y las peores intenciones.


Charles era un manipulador, mentiroso, ingenioso y resentido. Quería vengarse de la gente superficial que iba a buscar nirvana después de cometer tantos pecados.


Lo terminaron extraditando, gracias a los esfuerzos conjuntos de la Interpol y el funcionario de la embajada Holandesa en Tailandia, Hermann Kippenberg. Hay muchos nombres que cambian por motivos de confidencialidad y respeto a las víctimas y sus familias.


La serie tiene suspenso, violencia, una línea del tiempo que salta para ir mostrando los hechos a medida que se averiguaron. Alain compraba joyas y piedras precionsas con la plata que le quitaba a los turistas, y las vendía carísimas.


Como es tener una estancia larga en un país en donde las policticad y leyes del tuyo no apliquen? Qué protecciones y derechos tienes como turista? Me di cuenta lo negligentes que eran las embajadas. Cada vez que se moría o desaparecía alguien, lo primero que pensaban era que fue culpa de la persona. Por hippie o por drogado.


No tenían en tan alta estima a los turistas, y los esfuerzos por repatriarlos no eran prioridad.

Lo otro que me pareció horrible fue la corrupción: los grupos al margen de la ley sobornan a funcionarios, incluidos coroneles, policías y guardias de las cárceles. En últimas, una manotada de joyas para comprar el silencio es más atractiva que el sueldo… y al parecer que la honestidad.


Esta cantidad de violaciones a los derechos humanos me genera una gran preocupación. Si esto fue en los 70s, cómo será ahora con el tráfico sexual infantil, las bandas criminales, la trata de personas y la cantidad de migrantes ilegales?


The serpent es un ejemplo de miles, que ofrece una advertencia a desconfiar de los que aparentan ser los más amables; los que invitan a quedarse en su casa, o ofrecen cuidarnos o darnos plata fácil.

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